sábado, 21 de junio de 2014

| messi |



Termina el partido. En los balcones vecinos se escuchan gritos eufóricos y a una manga de borrachos que como un coro de comparsa invisible canta el himno nacional. Argentina le ha ganado en el minuto 91 a Irán.

Gol de Messi. Las reacciones esperables: Messi salvador, Messi genio. Alguien dice, y me parece ingenioso, que Messi es “el peor mejor jugador del mundo” que haya visto. Tiene su gracia.

Mientras, en el shopping te venden un LCD con la figura de Messi. Te venden papas fritas con publicidad de Messi. La heladería de la vuelta anuncia un 2x1 los días que juega la selección nacional y la figura del afiche es… sí, Messi. El relator del partido, cada vez que el delantero toca una pelota empieza “Genio, genio,  a ver qué hacés, genio”. El comentarista: “Está claro que una genialidad de Messi nos puede dar la victoria en cualquier momento”. La gente que mira en los bares grita porque se la pasen a Messi, mientras toma la cerveza que en la campaña muestra al diez de Argentina.


Y ahí va Messi, a veces apático, a veces iluminado. Con el peso de una inmensa maquina publicitaria sobre los hombros. Nunca tuvo ni tendrá las condiciones para ganarle al aparato que ha alquilado su imagen. Nadie las tiene.


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lunes, 9 de junio de 2014

| todas las palabras habitan el silencio |





El silencio muchas veces es la mejor opción. En algunas ocasiones, tal vez la única opción.
El silencio, sin embargo, está lleno de las cosas no dichas y esa es la trampa.

Todas las palabras habitan el silencio.


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